Agenda 2030

Cómo introducir la economía circular en el hogar

Algunos proyectos que ha puesto en marcha Sanitas, dentro de su estrategia One Health

El modelo económico de las sociedades actuales se ha basado tradicionalmente en un enfoque lineal: se extraen recursos de la naturaleza, se fabrican productos a partir de ellos, los productos se usan, se tiran y se producen otros nuevos. En contraposición a este modelo lineal la economía circular propone sacar el máximo partido a los recursos para que estos se puedan usar el mayor tiempo posible, alargando su vida útil.

Este ciclo evita que se derrochen los escasos recursos naturales del planeta e insta a la reflexión sobre los hábitos de producción y consumo actual y sus perjudiciales consecuencias sobre el medio ambiente. En este sentido, es necesario redefinir los hábitos de consumo y el sistema de producción en sí para incorporar el concepto de la economía circular.

En este sentido, España se sumó a los planes de acción de economía circular de la Unión Europea con su Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) que establece una serie de objetivos cuantitativos a alcanzar para el año 2030. Entre estos se encuentra reducir en un 30% el consumo de materiales y en un 15% la generación de residuos respecto a los totales registrados en 2010.

Los gobiernos y las instituciones han entendido que los recursos se agotan y que es necesario actuar ya para contrarrestar los abusos a los que se ha sometido al planeta. Sanitas, dentro de su estrategia One Health, ha puesto en marcha diversos proyectos de economía circular con los que busca potenciar el consumo responsable para aprovechar los residuos que se generan en la actividad cotidiana de sus clínicas, entendiendo el papel de las grandes entidades como agentes del cambio.

Su propósito es doble: reciclar los materiales utilizados en sus centros para transformarlos en nuevas materias primas que tendrán una segunda vida. Además, en muchos casos, se trata de proyectos que tienen un impacto social, puesto que fomentan el empleo y colaboran en la protección de colectivos vulnerables ya que el proceso de transformación está vinculado con talleres sociales.

Este sistema basado en reducir, reutilizar, recuperar, reparar y reciclar no solo es aplicable a gran escala, sino que también se puede introducir en el día a día de cualquier persona con sencillos hábitos que pueden marcar la diferencia. Algunos de ellos son:

·       Reparar los dispositivos que dejan de funcionar en lugar de comprar otros o donarlos a organizaciones que así lo hagan. Un ejemplo de esto es el programa Reutiliza.K’, un programa de la Asociación Cultural La Kalle con el que ha colaborado Sanitas donando 200 ordenadores en desuso. Con esta iniciativa se busca la inclusión sociolaboral de jóvenes en situación de vulnerabilidad y se promueve la reutilización de dispositivos electrónicos a la vez que reduce la brecha digital y contribuye con la sostenibilidad ambiental.

·       Reutilizar y reparar calzado y ropa. Retomar hábitos como la reparación del calzado o la ropa, acudiendo al zapatero o a un taller de confección cercano en vez de su sustitución, pueden ser una alternativa. Otra opción es encontrar un segundo uso para las prendas desechadas. En esta línea de dar una segunda vida al material textil, está la iniciativa de uniformes sanitarios reciclados y reciclables en los que está trabajando Sanitas en colaboración con la startup Circoolar. Combinando la inserción laboral con la economía circular, esta propuesta ganadora del programa de talento de Sanitas ‘Eco Disruptive’ propone el diseño de textil sanitario sostenible para ser utilizado en las clínicas de Sanitas.

·       Reciclar la basura del hogar. El reciclaje es uno de los elementos más importantes en el entramado de la economía circular, tanto es así que Sanitas ha desarrollado diversos proyectos de reciclaje destinados a concienciar a sus empleados y clientes. Entre ellos se encuentra la instalación de máquinas contenedoras de Reciclos en colaboración con Ecoembes en diversos hospitales de Sanitas y en su sede central para la recogida de envases plásticos y latas usadas, que se pueden cambiar por productos locales y descuentos para transporte público y movilidad sostenible. Desde que se instalaron estas máquinas en junio de 2021 se han recogido más de 15.000 envases de plástico y latas que han sido recicladas. También en esta línea se enmarca el programa de reciclaje de mascarillas higiénicas, quirúrgicas y FFP2 en las clínicas dentales de la compañía, las residencias de mayores y la sede central de Sanitas en Madrid. Gracias a este programa se han reciclado más de 600.000 mascarillas entre enero y mayo, con lo que se ha evitado la generación de 1,2 toneladas de residuo plástico y la emisión de casi 3 toneladas de CO2.

·       Realizar un consumo responsable y de proximidad. Esto significa comprar solo lo necesario y atender a su sostenibilidad antes de comprarlo. Las etiquetas nos indican si durante su producción se han utilizado materiales reciclados y si el producto es reciclable, además de su procedencia. Una buena manera de hacerlo es tomar conciencia de lo que consumimos. En el caso de la energía, por ejemplo, es importante medir el consumo y utilizar fuentes renovables en medida de lo posible. Cualquier ahorro de energía y agua que se realice en un hogar, por pequeño que sea, es una ayuda para el planeta. También las empresas deben aportar su parte y, en este sentido, Sanitas ha invertido más 14 millones de euros en proyectos de eficiencia energética, desde 2015 y, asimismo, el 100% de su consumo de energía eléctrica es de origen renovable.

Introducir la economía circular en los hogares ayudará a disminuir la deforestación, la emisión de gases de efecto invernadero, a evitar el derroche de recursos naturales y a frenar el cambio climático, que está dañando la salud del planeta y de las personas.

 

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