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Verano crítico: crece un 10% en España la población de la tercera edad que vive sola

Más del 44% son mujeres, lo que supone un crecimiento de casi el 2% respecto al anterior informe

. Las vacaciones de verano suponen un riesgo para cientos de miles de mayores en España. La falta de cercanía de los familiares que les suelen cuidar y las altas temperaturas convierten en un riesgo la soledad de este colectivo durante los meses de julio y agosto. Según los datos analizados por SaveFamily en base a informes del INE, España ha vivido un aumento del 8,7% de población mayor de 65 años que vive sola.

El dato que reconocen que es más preocupante es que el 44,1% de las mujeres mayores de 85 años viven solas, lo que implica una clara edad de riesgo. En hombres el porcentaje cae hasta el 24,2%, especialmente porque el caso de vivir sola en las mujeres suele deberse a la viudedad. En ambas situaciones, pese a todo, se ha detectado un crecimiento respecto al informe anterior, basado en datos del 2018 y donde los porcentajes eran del 42,7% en mujeres y del 23,6% en hombres.

De igual manera, se ha producido un crecimiento en el porcentaje de mujeres entre 75 y 84 años que viven solas, pasando del 34,9% al 35,1% y confirmando esta tendencia al alza. En conclusión, el estudio elaborado confirma que se ha pasado de 1.960.900 personas mayores de 65 años viviendo solas en 2017 a 2.131.400 en 2020. Un crecimiento del 8,7% que en verano cobra mayor relevancia.

Ante tal situación, la llegada de las nuevas tecnologías se ha posicionado como una de las soluciones posibles para mantener controlada la salud de los mayores. Partiendo de que cada vez hay más personas de la tercera edad con conocimientos básicos para usar diferentes tecnologías, también es mayor la conectividad que se ha instaurado entre dispositivos.

“La época de verano es una de las más activas. Hay un notable crecimiento en la adquisición de dispositivos para controlar a los mayores”, explica Jorge Álvarez, CEO de SaveFamily. La empresa española que desarrolla relojes inteligentes capaces de monitorizar el día a día tanto de niños como de mayores. “En el último año la demanda ha crecido en un 120%”, reconoce. Entre las claves, está la de tener GPS, control de la frecuencia cardiaca, la tensión arterial o el oxígeno en sangre. Incluso las caídas se pueden detectar, alertando a los encargados de la persona de ese incidente.

“Incorpora también un botón de SOS que emite una llamada de emergencia a los números que se hayan registrado, por lo que la interacción es instantánea”, reconoce el experto. El aumento de temperaturas, por ejemplo, multiplica el riesgo de quedar desorientado. También el hecho de no estar cerca geográficamente, que puede poner en cierta tensión a las personas de mayor edad.

Como reflejan las estadísticas, cada vez hay más personas mayores de 65 años viviendo solas en España. Y los porcentajes en las edades más complicadas, como son la de los mayores de 85 años, también está creciendo en los últimos periodos. De ahí que las nuevas tecnologías, como detecta el análisis de SaveFamily, se hayan posicionado como una vía para mantener a salvo a los más vulnerables de las familias.

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