A pesar de que desde 1981 las mujeres han pasado desde el 29% a ese 47%, su tasa de actividad se ha estancado desde la crisis de 2013 en torno al 68%, 8 puntos por debajo de la masculina
ManpowerGroup ha compartido un avance del que será el próximo índice que presentará la compañía. En dicho anticipo se evalúan las grandes tendencias del mercado del empleo femenino de las últimas décadas para poder presentar los cambios que podrían esperarse en actividad, ocupación y desempleo en las distintas regiones españolas la próxima década. En este análisis previo se aborda la evolución del papel de la mujer en el mercado del empleo español de los últimos 40 años y las razones de la brusca frenada en el importante proceso de convergencia femenina, tanto en mujeres activas como en ocupadas.
El estudio, conducido por el catedrático emérito de economía aplicada de la UAB, Josep Oliver, efectúa una radiografía de los cambios operados las últimas décadas y, más en concreto, lo sucedido a partir de la recuperación iniciada en 2013 tras la crisis financiera.
Entre sus principales conclusiones se apunta a la urgencia de impulsar la doble convergencia de las mujeres hacia tasas de actividad y ocupación parecidas a las del colectivo masculino. Para ello, según afirma el profesor Oliver “se deberían realizar cambios en los mecanismos de conciliación que permitan mantener más tiempo a las mujeres en el mercado del empleo, entre otras medidas”.
El análisis revela que las tasas de participación de las mujeres en 2021 continúan cerca de 8 puntos porcentuales por debajo de las del colectivo masculino (68% para mujeres y 76% para hombres). Dicha brecha se mantiene a pesar del impulso de las mujeres inmigrantes, que han aumentado su actividad en los últimos años del 2% al 9,7%.
Tasas de actividad medias de 16 a 66 años en España, por sexo 1980-2021 (en porcentaje de la población)
No obstante, a pesar de que la tasa de actividad masculina es mayor, desde 1981 las mujeres han aumentado su peso en el mercado del empleo español en un 62%, desde el 29% al 47%, lo que supone la entrada de 7,3 millones de mujeres al mercado del empleo en ese periodo. Esto refleja un cambio estructural que se explica, entre otros factores, por el aumento sustancial en la edad a la que las mujeres comienzan a abandonar su carrera profesional, que ha pasado de los 23 años en 1981, a los 45 en 2021.
Otro de los elementos que ha impulsado este cambio es el incremento de demanda de profesionales de mayor cualificación que ha generado una oportunidad para las mujeres. Entre los activos con nivel de estudios alto, el 48,9% son mujeres, frente al 38,5% masculino.
Diferencias interterritoriales
Haciendo foco en España, cabe destacar que el crecimiento de la tasa de actividad ha tenido diferentes velocidades en los distintos ámbitos territoriales. Mientras que la media del país se sitúa en un 69,7% de la población femenina, destacan en la parte alta Madrid (74,9%) y Cataluña (73,1%). En el otro lado del ranking se encuentran Andalucía (63,3%) y Canarias (65,8%).
A nivel europeo[1], si se analiza la situación de las mujeres en las distintas zonas, las diferencias son muy relevantes. Para la población femenina de 15 a 64 años: el 69,7% de tasa de actividad en España está aún lejos del 77% del conjunto de países nórdicos y anglosajones, del 76% de los bálticos o del 74,4% de los del centro de Europa, aunque supera a los del Este y al conjunto de los mediterráneos. Esto implica que, para alcanzar la tasa de actividad femenina de Suecia o Alemania, con un crecimiento del 1% entre las activas, se necesitarían 7 y 15 años, respectivamente.
Estas diferencias en la participación en el mercado de trabajo se traducen en tasas de ocupación femenina en España sensiblemente menores que en la UE: en 2021, mientras un 84% de las mujeres presentes en el mercado del empleo español estaban ocupadas, esta presencia se elevaba al 96% en los países del centro de Europa, nórdicos o anglosajones. La diferencia refleja, en primer lugar, un menor empleo femenino a jornada parcial en España (un 22% de las mujeres ocupadas) frente al 30% de los países nórdicos o el 42% de los del centro de Europa. A ello hay que añadir su menor peso en los servicios colectivos (administraciones públicas y sanidad y educación, tanto públicas como privadas): un 32% de las mujeres ocupadas en España frente al el 41% de los centroeuropeos o al 49% de los países nórdicos y anglosajones.
Además, el estudio simula cuánto aumentaría la tasa de ocupación de las mujeres en España si en 2021 presentaran el mismo peso que el empleo a jornada parcial o en servicios colectivos en diferentes ámbitos europeos. En estos supuestos, dicha tasa aumentaría del 84% de las activas al 88% con la misma proporción de jornada a tiempo parcial femenina que la existente hoy en el centro de Europa. Y si el empleo de las mujeres en servicios colectivos en España tuviera un peso similar al de los países nórdicos y anglosajones, esa tasa de ocupación aumentaría del 84% al 98%, eliminando las diferencias hoy existentes.
[1] Países Bálticos: Lituania, Letonia y Estonia. Centro de Europa: Bélgica, Austria, Luxemburgo, Países Bajos y Alemania. Países del este de Europa: Bulgaria, R. Checa, Hungría, Rumanía y Eslovenia. Países nórdicos y anglosajones: Finlandia, Dinamarca, Noruega, Suecia e Irlanda. Países mediterráneos: España, Grecia, Italia y Portugal.