En un discurso de gran alcance dirigido a los líderes mundiales (reunidos en Davos en el Foro Económico Mundial), que abarcó desde la división Este-Oeste, con un posible desacoplamiento de las economías china y estadounidense, hasta la creciente desconexión entre el Sur Global y el Norte Global, el Secretario General de la ONU hizo un nuevo llamamiento a los líderes mundiales para que no ignoren la crisis climática.
«Cada semana nos llega una nueva historia de horror climático», afirmó, en un llamado a los países industrializados para que «cumplan de una vez» su compromiso de entregar 100.000 millones de dólares de financiación climática para apoyar a los países en desarrollo.
«Las emisiones de gases de efecto invernadero están en niveles récord y siguen creciendo. El compromiso de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados está a punto de esfumarse. Sin más medidas, nos dirigimos a un aumento de 2,8 grados» de la temperatura media de la Tierra.
A menos que se tomen decisiones políticas duras para hacer frente a la crisis climática, Guterres advirtió que muchos países estarán condenados a “una sentencia de muerte».
El sector privado también tiene que hacer más para ayudar al clima, insistió, antes de pedir a los líderes empresariales que asisten a Davos que se atengan a las directrices para alcanzar las cero emisiones netas de carbono respaldadas por la ONU, y no a puntos de referencia «dudosos o turbios».
«Si no se crean las condiciones para la participación masiva del sector privado, será imposible pasar de los miles de millones a los billones que se necesitan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)», mantuvo el Secretario General.