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Las mujeres rurales, más estables emocionalmente ante la pandemia

FEMUR ha presentado el primer estudio nacional sobre el impacto del Covid en la mujer rural

La Federación Española de Mujeres Rurales, FEMUR, organización pionera y referente en la defensa y promoción de las mujeres rurales, junto con el Instituto Clínico y de Investigación Interdisciplinar en Neurociencias (ICIIN), ha llevado a cabo un estudio que ha ahondado en un aspecto, hasta ahora no abordado, en relación a la repercusión que el coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19) ha tenido sobre la mujer española que desarrolla su vida en el ámbito rural bajo el título: “Impacto de la Covid19 sobre la mujer rural y su entorno”.

La presentación, que se ha celebrado el pasado 7 de enero en Segovia, ha contado con la asistencia de la Presidenta Nacional de FEMUR, Juana Borrego; la secretaria general de FEMUR, Elena García; el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Segovia, Graciliano Estrada y por Carlos Valiente, coordinador científico de proyectos de Investigación de FEMUR, y todos han destacado la relevancia que este trabajo tiene para el ámbito rural nacional y la situación de la mujer rural.

En su intervención, la Presidenta Nacional de FEMUR, ha destacado que “cuando nuestras mujeres rurales estaban aprendiendo a emprender, a ser dueñas de sus vidas y proyectos, a apostar por una formación de calidad, a ser independientes; cuando estaban alcanzando un pleno empoderamiento, llegó la pandemia”.

En este sentido, ha apuntado que las mujeres rurales también se pararon momentáneamente, y “tuvieron que asumir ciertas tareas que incrementaban su trabajo dentro y fuera del hogar. Además de su trabajo cotidiano, ellas fueron las responsables de velar por la salud física y emocional de toda su familia. Está claro que el Covid-19 para la mujer rural fue una carga, pero en FEMUR la hemos transformado en algo positivo” ha explicado Borrego, quién ha apuntado que esta investigación sigue poniendo en valor el espíritu innovador de FEMUR y ha agradecido la confianza y generosidad de las mujeres rurales, “porque han entendido el interés de este estudio para la sociedad por ser único y con resultados muy interesante”.

Estudio

Este estudio pionero en España, que está subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha explorado distintas variables en un grupo de 1.530 mujeres de diferentes provincias de nuestro país, comenzando por obtener las cifras de las afectadas -personalmente o por infecciones cercanas con distinto grado de consecuencias- y las que no padecieron la enfermedad.

“Además, se han tomado en consideración factores sociodemográficos, destacando la influencia de la edad- y varios descriptores de la salud. Respecto a estos, se han evaluado los niveles de ajuste emocional -sintomatología depresiva- que las mujeres presentaban” ha subrayado el coordinador científico de proyectos de Investigación de FEMUR y director del Instituto Clínico y de Investigación Interdisciplinar en Neurociencias (ICIIN), Carlos Valiente.

A su vez, conscientes de la relevancia que fenómenos como mindfulness implican para la salud y la calidad de vida, se ha evaluado el efecto que el nivel mindfulness como tendencia disposicional. “Es decir, como rasgo personal, aunque no se practique supuso en la adaptabilidad de las personas testadas”, ha asegurado Valiente.

Finalmente, también se ha analizado el rendimiento de las mujeres rurales en la capacidad ejecutiva, es decir, la potencialidad para lograr regularse en las dimensiones cognitiva -pensamiento-, emocional -afecto- y conductual -comportamiento-.

Resultados

De entre los distintos resultados obtenidos en esas mujeres rurales destaca la notable menor incidencia que la pandemia ha implicado en las mujeres que viven en los núcleos rurales, tanto en términos de padecimiento directo como respecto a la afectación sobre personas cercanas a ellas. A su vez, en ella se descubrió una mejor estabilidad emocional -y menores niveles de sintomatología depresiva- cuando, al mismo tiempo, también contaban con una mejor regulación cognitiva, conductual y emocional, así como con elevados niveles de mindfulness -atención plena- como tendencia disposicional o estilo de vida, sin necesidad de tratarse de personas que practican estas técnicas terapéuticas. Es decir, demostraron mayor capacidad para gestionar la situación con las propias herramientas personales, demostrando una impactante resiliencia y autonomía personal.

Por otra parte, esa estabilidad también parece que se vio reforzada cuando las mujeres contaban con trabajo o actividad profesional, lo cual se suele asociar a mayor autoestima, autonomía económica y relaciones sociales.  “Quizá, en este caso, aludimos a uno de los grandes caballos de batalla o asignaturas pendientes en nuestros pueblos, habida cuenta de los perjuicios que vemos que el desempleo conlleva, no solo en términos económicos” ha determinado Vicente.

Estas y otras implicaciones se deben tomar en consideración para otros estudios, y, sobre todo, para medidas a implementar en contextos como la España vaciada, máxime cuando se habla de personas con mayor vulnerabilidad por no poder contar con los mismos medios, prestaciones y recursos de salud. “De todos modos, no podremos dejar de resaltar la capacidad y actitud mostrada por la mujer rural, conscientes de que no se trata de algo fortuito o que se improvisa, sino que es probable se fundamente en una trayectoria de lucha y forja a la que se han visto sometidas para adaptarse más eficientemente al medio, en ocasiones demasiado precario, que caracteriza a nuestros pueblos” ha finalizado el coordinador del proyecto.

 

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