El otro somos nosotros

“La salud, derecho de todos: ¡Actúa!”

Es el lema de la campaña puesta en marcha por «Manos Unidas» y que acaba de finalizar. Así lo cuentan en la web:

Durante doce meses, la campaña ha recorrido el mundo en busca de algunas de esas enfermedades que afectan, principalmente, a las personas más desfavorecidas. En este año, que hemos hablado de lepra, de sida, de tuberculosis, del Chagas, de los nacimientos prematuros, de la discapacidad… queremos terminar con las enfermedades causadas por el consumo de agua no potable. Y lo hacemos con una gran fiesta, la que celebraron el pasado mes de octubre con motivo de la inauguración de dos unidades de potabilización de agua en la misión de Keur Mariama, en Senegal.

Antecedentes del proyecto

Nos encontramos en Kaolack, una de las regiones más castigadas por la falta de lluvias de Senegal. Aquí, sacar partido a una tierra seca y extremadamente salina supone un esfuerzo diario para la mayoría de los habitantes, que viven de la agricultura, principalmente de los cultivos de mijo y cacahuete, y de la ganadería.  El alto índice de salinidad hace que el acceso al agua potable sea un problema crucial para la población.

Más de siete años han estado los Carmelitas descalzos, instalados en la parroquia de Keur Mariama, estudiando y tratando de poner solución al problema del agua en la región. Primero, construyeron una perforación, equipada con una bomba y depósito de agua y con canalizaciones a las 8 aldeas de los alrededores, que funciona desde hace años. El problema del abastecimiento de agua parecía estar así resulto, aunque pronto se supo que esas aguas tenían una alta concertación de flúor  lo que resulta muy perjudicial para la salud de la población en general y, sobre todo, para  los niños.

Por ello, los Carmelitas pusieron en marcha un estudio en colaboración con investigadores de la Universidad de Cheickh Anta Diop de Dakar, con la cooperación técnica belga y con la sociedad americana Pall Corporation. Se descubrió que perforando a mayor profundidad, a unos 300 metros, el agua era de mejor calidad. Además, se podía filtrar el exceso de flúor y de salinidad de las aguas subterráneas profundas, con un coste asumible para las comunidades.

Y dicho y hecho: primero funcionaron con una instalación piloto provisional y, en octubre de 2012 se pusieron en marcha las dos unidades de potabilización de agua, que beneficiarán directamente a 1.800 personas.   

Manos Unidas no dudó en colabora con los carmelitas en este proyectos y aportó fondos para financiar parte de la construcción de las infraestructuras de filtración del agua.

Podéis ver más información sobre este proyecto en la web de los Carmelitas

¿Por qué es perjudicial el flúor?

En esta región más de la mitad de los pozos distribuyen un agua con un porcentaje de flúor (4,5 mg/l) y de sal muy elevados (superiores a lo permitido por el OMS, que advierte que no debe sobrepasar el 1,5 mg. de flúor por litro, de lo contrario provocará la fluorosis dental –con la consiguiente coloración marrón de los dientes-, además de la fluorosis ósea y un agua con un gusto desagradable.

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