Los suizos votarán el 25 de septiembre una reforma del sistema de seguro de vejez, tras dos votaciones fallidas en 2004 y 2017. El aumento de la edad de jubilación de las mujeres sigue siendo el asunto más controvertido.
El seguro de vejez y supervivencia (AVS, por sus siglas en francés) es el primer pilar del sistema de pensiones suizo. Es de carácter obligatorio y se basa esencialmente en las cotizaciones de los trabajadores y los empresarios. Su objetivo es garantizar un nivel de vida mínimo a los pensionistas. Con el aumento de la esperanza de vida, la financiación del AVS ya no es sostenible a largo plazo. El gobierno ha elaborado ya dos propuestas de reforma, entre ellas la de elevar la edad de jubilación de las mujeres de 64 a 65 años. La primera fue rechazada por el pueblo en 2004 y la segunda en 2017.
El 25 de septiembre se someterá a votación una nueva revisión de la ley de AVS para poder garantizar el pago de las pensiones hasta 2030. La votación se centra en dos cuestiones vinculadas con la última reforma, la AVS21: un aumento del impuesto sobre el valor añadido (IVA) y una modificación de la Ley Federal sobre el AVS. Se necesita un doble «sí» para que el proyecto entre en vigor.
«Pensión de vejez 2020» fue rechazada por el 52,7% de los votos el 24 de septiembre de 2017. Se trataba de una revisión más amplia que abarcaba el primer pilar (AVS) y el segundo (seguro de vejez profesional). Tras ese fracaso en las urnas, el gobierno decidió separar los dos temas. El AVS21, la reforma que se someterá a votación el 25 de septiembre, se refiere únicamente al seguro de vejez y supervivencia, es decir, al primer pilar.
El principal punto en común entre los dos proyectos es el aumento de la edad de jubilación de las mujeres de 64 a 65 años, equiparándola a la de los hombres. Sin embargo, mientras que la reforma «Pensión de vejez 2020» proponía una compensación sostenible para todos los futuros pensionistas, AVS21 limita sus medidas compensatorias a una sola generación de mujeres.
En la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la edad de jubilación ya se ha normalizado entre ambos sexos. Esto suele ir acompañado de un aumento general de la edad de jubilación.
El aumento de 0,4 puntos porcentuales del IVA afectará a toda la población, ya que aumentará ligeramente los precios de los bienes y servicios. Dado que el AVS es un seguro obligatorio, algunos aspectos de la reforma afectan potencialmente a todos: la edad de jubilación será más flexible (entre 63 y 70 años), se podrá cobrar solamente una parte de la pensión y se tendrán en cuenta las cotizaciones pagadas después de los 65 años. Estas medidas pretenden animar a las personas a mantenerse activas más allá de la edad oficial.
Las personas más afectadas por esta revisión del AVS son las mujeres, que tendrán que trabajar un año más para poder recibir su pensión de jubilación. Si el proyecto de ley se aprueba el 25 de septiembre, podría entrar en vigor por etapas a partir de 2024. Las mujeres nacidas entre 1961 y 1963 verán entonces reducida progresivamente su fecha de jubilación, y la edad de referencia pasará a ser de 65 años para todas las nacidas a partir de 1964.
El aumento de la edad de jubilación de las mujeres permitiría ahorrar 1 200 millones de francos al año a partir de 2029, y la subida del IVA aportaría 1 300 millones de francos adicionales al año a partir de 2024. Sin embargo, la reforma del AVS21 no será suficiente para garantizar la financiación de las pensiones a largo plazo, más allá de 2030.
