Del 19 al 28 de enero, más de 400 personas voluntarias de Cruz Roja procedentes de diferentes puntos de Andalucía participaron en la reforestación de más de 5.000 árboles en El Burgo, Málaga, en pleno Parque Natural Sierra de las Nieves, también declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO
La iniciativa forma parte del compromiso de Cruz Roja por alcanzar la neutralidad climática, a la que se pretende llegar antes de 2030, dentro de su estrategia de Medio Ambiente. No en vano, Cruz Roja ha sido la primera organización social andaluza que calcula e inscribe su huella de carbono en el Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE) y en el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, con el objetivo de establecer medidas de reducción y acciones de absorción de CO2. Entre dichas medidas se incluye la instalación de sensores movimiento, iluminación eficiente e instalación de placas fotovoltaicas en las sedes de Cruz Roja; el ahorro del consumo agua; el ahorro de consumo de papel; el fomento del transporte sostenible, con el uso del transporte público o compartir coches, así como una inversión en vehículos ecológicos.
La estrategia de Medio Ambiente de Cruz Roja se dirige en tres líneas de actuación: ”Calcular nuestras emisiones, reducirlas al mínimo, y compensar lo que no podamos reducir”, especifica Ana Salvador Kopp, directora autonómica de Medio Ambiente de Cruz Roja en Andalucía. Desde que comenzara esta estrategia, en 2020, ya se ha logrado reducir un 30% la huella de carbono de Cruz Roja en Andalucía. Además, se ha conseguido reducir la huella de carbono de cientos de familias andaluzas que sufren pobreza energética (900 familias en 2022), que han participado en talleres sobre ahorro energético y medio ambiente, y han recibido kits de eficiencia energética.
La huella de carbono de Cruz Roja que es inevitable generar por la actividad de la Institución será compensada a través la reforestación de espacios naturales, como la desarrollada ahora en la Sierra de las Nieves. Ésta se está realizando en un terreno cedido por el Ayuntamiento de El Burgo con especies autóctonas, como el pino, la encina o el algarrobo. Buena parte de estos árboles han sido cedidos por la Junta de Andalucía, pero también muchos de ellos han sido criados por el voluntariado de Cruz Roja a través de un proyecto medioambiental que se desarrolla en el vecino municipio de La Yunquera, donde la Institución gestiona un vivero singular y único en Andalucía, con el que se está contribuyendo a la recuperación del pinsapo (especie endémica y en riesgo de extinción).
El mandato humanitario de Cruz Roja impulsa a que se haga un uso eficiente de los recursos naturales, incluyendo la energía. El cambio climático perjudica a los colectivos más vulnerables, que irónicamente son quienes menos contribuyen al mismo por su propia falta de recursos. Contrarrestar las emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero a través de la reforestación, aprovechando la capacidad fotosintética de las plantas para absorber el C02 de la atmósfera, es ya una realidad para Cruz Roja.