Entrevistas

Mi entrevista con Mercè Brey, coautora de ‘Alfas & Omegas’

Conocí a Mercè hace un par de años a través de un artículo que escribió para Mujeremprendedora: me gustó y me apasionó su perspectiva, el amplio respiro de su visión y el toque de novedad que aportaba. Por eso, esperaba con gran ilusión el libro que estaba escribiendo y que ya está en las librerías desde finales de septiembre.

Alfas & Omegas, el poder de lo femenino en las organizaciones. Un libro que, come se lee en la portada, es una “Guía para un liderazgo incluyente”, del que Mercè Brey es coautora con Victoria Yasinetskaya. No pretende ser un libro unidireccional sino un libro plural, que dé voz a las personas. Para ello, durante 14 meses de intenso trabajo, las autoras han mantenido más de 200 horas de conversaciones con directivos y directivas de 20 países distintos y han recogido la opinión de más de 600 personas a través de una encuesta online que ha cruzado cuatro continentes.

Contacto con Mercè Brey por teléfono, tras la presentación de Alfa & Omegas en Madrid y antes de la presentación en la Ciudad Condal. De esta conversación tan enriquecedora y motivadora, os transmito algunos momentos peculiares, esperando que pronto tengáis Alfas & Omegas entre vuestras manos y que este libro os llene la mente y el corazón como ha sido para mí.

Mercè, ¿cómo ha nacido la colaboración con Victoria Yasinetskaya? Una catalana y una rusa…

Sí, realmente pertenecemos a mundos muy distintos. Victoria es mucho más joven que yo… Victoria es rusa, formada en Inglaterra… es muy tecnológica, mientras yo soy más de “papel”. Nos une una cosa principalmente y por eso creo que tiene sentido el libro, el proyecto que está detrás del libro. Detrás hay una visión del tema de la equidad de género; son valores, compartimos los mismos valores que son atemporales. Somos dos mujeres completamente distintas -yo soy morena y ella rubia, yo más pequeña y ella alta- pero todo eso no tiene relevancia ninguna, no hemos escrito el libro como una novela para recrearnos, sino para contribuir a cocrear un mundo mucho más equitativo, una sociedad mucho más habitable, como yo digo siempre. Compartimos valores fundamentales como el respeto, como la bondad… El primer día que nos pusimos a trabajar, nos dijimos: oye, ¿cuáles son los valores que tenemos, cual es nuestro propósito, cual es el objetivo que tenemos con este libro y como queremos tratarnos tú y yo en este proyecto? Allí, aquel primer día, construimos un entorno en el que poder trabajar y podernos expresar libremente, un entorno de respeto, donde la otra persona iba a escuchar sin prejuicios.

Este respeto es algo que se respira en las páginas del libro, la primera cosa que me llama la atención es el vocabulario: equidad, persona, mirar a las personas… “son las personas que transforman las organizaciones, no son ni los hombres ni las mujeres”, decís en el libro. Son términos que empiezan a transmitir nuevos paradigmas.

Me alegra mucho lo que dices, porque este ha sido el punto de partida: ¿porque seguir hablando de las mujeres, del cambio de las mujeres dentro de la empresa? Hay que partir desde otro punto de vista.  Yo creo que corremos un riesgo -que a mí me preocupa especialmente- que esto sea solo una moda. Se están haciendo muchas actividades dentro de las empresas, pero a mí siempre me queda la duda de si realmente hay la voluntad de transformación… Muchas veces se hace una política de escaparate, con una componente de marketing muy grande, pero que no tiene la suficiente profundidad para llegar a cambiar las cosas dentro de las organizaciones. Por eso en el libro hay una guía para empresas y una guía para las personas. Porque si tú quieres verdaderamente cambiar las empresas, tienes que cambiar a las personas. Cada uno de nosotros tiene un proceso de transformación, y somos las personas las que pueden cambiar las organizaciones, la sociedad.

Esta exigencia se está abriendo camino, lo veo desde mi “observatorio” de Mujeremprendedora, es decir, la convicción de que la paridad no la alcanzarán las mujeres solas, y tu propuesta invita a superar la confrontación, que ha creado barreras entre hombres y mujeres en algunos ámbitos…

En el libro mencionamos también un movimiento de una nueva masculinidad, un colectivo de hombres cada vez más amplio que entienden que no se trata de confrontación, sino de equilibrio entre lo femenino y lo masculino, y eso es una liberación también para ellos. Hemos tenido varias entrevistas con distintos hombres de distintos rangos, también presidentes de compañías… y creo que al final los hombres y las mujeres hemos construido personajes, los hombres los suyos y nosotras los nuestros. Por ejemplo, se enseña a los niños que los hombres no lloran y eso es un traje de hierro que te pones para toda la vida. Y esto es muy significativo, es como una cárcel para muchos de ellos, los tópicos que se han construido sobre cómo tiene que ser un hombre, se vuelven como una prisión. Nos lo han dicho en muchas conversaciones con hombres. Por ejemplo, algunos me comentaban: “Mercè, yo estoy completamente de acuerdo con lo que tú dices, pero no sé manejarlo”. Me lo dijo un alto directivo con total confianza cuando su asesora de comunicación tuvo que salir de la sala y se quedó a solas conmigo. Para mí fue una declaración totalmente reveladora. Claro, son los hombres los que están en el poder ahora, y una parte de ellos continuarán según el personaje que se han construido, van a morir así, no van a prosperar. Mientras hay hombres con un nivel de sensibilidad muy elevado, pero que no saben manejar las diferencias. Nosotras estamos mucho más entrenadas a manejar las diferencias. En el libro proponemos una hoja de ruta muy fácil para los hombres que están en este punto de sensibilidad, que puede ayudarles a manejar, a aceptar, a promover las diferencias.

Aquí en España se han creado en los últimos 20 años muchas asociaciones de mujeres empresarias, directivas, etc., por la exigencia de dar voz y visibilidad a este colectivo. Y eso es bueno, muy bueno. Pero, a veces, me pregunto si esta fragmentación tan acentuada no se está transformando en un límite… ¿Tú, como lo ves, también a raíz del trabajo de investigación que está detrás del libro?

En el siglo pasado hemos vivido una época de un individualismo feroz, el concepto de éxito, concepto muy arraigado en el ámbito profesional, estaba vinculado al éxito individual, a ‘mis méritos’, al “yo como persona he llegado hasta aquí”. Ahora, yo creo que el siglo XXI es esencial para la evolución de la raza humana, porque es el siglo de la cooperación. No podemos extender más la individualización de la persona, hemos llegado casi al límite de lo que es vivir en el “yo” individual de la persona. Yo creo que este siglo lo que nos trae, nos enseña y muestra, es que la evolución pasa por la cooperación. Yo creo que está bien que haya varias asociaciones de mujeres, pero tiene un límite, eso va bien en un inicio, ahora ya es otra etapa. Yo creo que es bueno si las asociaciones de mujeres colaboran, porque a veces parece más que compitan; que colaboren e incluyan a los hombres, porque son el 50% de la población, y el 50 % de los que ostentan el poder, tienen que colaborar en una distribución más equitativa de las posibilidades de desarrollo de las personas. En la encuesta que hicimos Victoria y yo en cuatro continentes, a la pregunta: “¿Qué necesitan los hombres para participar en el diálogo sobre la equidad entre hombres y mujeres?”, el 88% contestó: “Ser invitados”. Me pareció absolutamente revelador: ellos no se sienten invitados a estas conversaciones.

En las conversaciones, las entrevistas que he tenido por motivo de la publicación del libro, he visto que la gran mayoría de las personas compartimos las mismas inquietudes. Yo estoy convencida, y lo estoy aún más por motivo de este libro, que todas las personas necesitamos dos cosas, da igual el género o la condición: ser vistos y reconocidos. Es lo único que necesitamos. Las mujeres no hemos sido vistas y reconocidas durante muchos años a lo largo de la historia y ahora no vayamos a cometer el error de no reconocer el papel de los hombres en la sociedad.

Con este concepto, yo creo que podemos explicar muchas cosas. No hablemos de las etiquetas de género, de la condición… hablemos de personas y de lo que necesitamos cada uno en este mundo: que las otras personas nos vean, que las otras personas nos reconozcan.

En el libro, tú y Victoria decís: “deseamos que encuentres inspiración en estas páginas”. ¿Qué te gustaría que te devolviera la gente, mujeres y hombres, que lea tu libro?

Que entiendan que somos ‘masculino y femenino’, que todos tenemos ambas partes. Que tenemos lo positivo de lo masculino para entrar en acción, para llevar a cabo los planes,  para poner límite… y tenemos una parte femenina, nosotros y nosotras, que es la que cuida, la que empatiza, la que colabora, la que intuye… y que distingamos estas dos partes, que las pongamos en valor, que las honremos como son, que les demos la luz que merecen y que utilicemos en cada momento lo que toca… Me gustaría que las mujeres que están más en esta parte amorfa de la indecisión, del desmérito, de la desconfianza, que descubran esta parte masculina que también tienen… y estos hombres que están más en la lógica, en la racionalidad, en la individualidad… que descubran esta parte femenina que tienen: de cooperación, de calidez, de sensibilidad, de intuición… Éste sería mi sueño: que todos y cada uno de nosotros descubriéramos estas dos partes, que las equilibráramos al máximo, en la medida de lo posible, y ponerlas al servicio de crear empresas mucho más habitables, empresas donde este equilibrio se pueda palpar… ahora hay mucho más de lo masculino, mientras si dejamos más espacio a lo femenino, el talento se expresa y si hay talento hay creatividad, cuando hay creatividad hay innovación, y cuando hay innovación hay valor añadido. Y valor añadido significa empresas mucho más prósperas.

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Alfas & Omegas. El poder de lo femenino en las organizaciones

Alfas & Omegas. El poder de lo femenino en las organizaciones no es un libro escrito por mujeres para mujeres sino que es un libro plural que da voz a las personas. Escrito por Mercè Brey y Victoria Yasinetskay, su objetivo es que sea inspirador para todas aquellas personas que crean en el poder transformador de lo femenino, que tengan curiosidad por descubrir nuevas aproximaciones a la diversidad lo suficientemente aterrizadas como para aplicarlas en su día a día. Las autoras están convencidas de que no se ha logrado un mayor grado de inclusión de las mujeres en el mundo de los negocios porque la mayoría de los hombres se ha mantenido al margen. Por tanto, el cambio vendrá cuando las mujeres hagan su propio proceso de transformación y los hombres, el suyo.

Para sustentar sus opiniones han buceado en un sinfín de informes, artículos y publicaciones especializadas. Y para que el libro fuera lo más plural posible decidieron entrevistar personas de muy distinta índole tanto por su perfil, sector de actividad o ámbito geográfico. Han mantenido más de 200 horas de conversaciones con personas de 20 países distintos. Adicionalmente, lanzaron una encuesta online que les ha permitido recoger la opinión de más de 600 personas que ha cruzado cuatro continentes y que ha sido trabajada e interpretada con la ayuda de la doctora Asun Galera de la Universidad Politécnica de Catalunya. A lo largo del libro, se encuentran extractos de las charlas y referencias al resultado de la encuesta.

Mercé Brey

Fundadora de BLUE Transforming Power, consultora especializada en diversidad y liderazgo incluyente. Ha sido ejecutiva en banca durante más de 30 años, presidenta de una cámara de comercio y miembro de distintos consejos y comisiones. Experta referente en diversidad, es docente, columnista y conferenciante. Es también autora del libro “Eres lo mejor que te ha pasado”… ¡Quiérete! (7ª. Edición) igualmente publicado por Plataforma Editorial en 2016.

Victoria Yasinetskaya

Ejecutiva de marketing en la industria de la banca y la tecnología financiera (FinTech). Cuenta con una extensa experiencia liderando proyectos y equipos internacionales e implementando estrategias innovadoras de crecimiento. Reconocida líder de opinión sobre diversidad en el mundo financiero, es profesora y conferenciante.

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