Entrevista a Susana Sánchez, ingeniera y especialista en Ciberseguridad Industrial en BeDisruptive
La primera vez que me hablaron de usted me dijeron: se trata de una ‘aguja en un pajar’: mujer, ingeniera y experta en ciberseguridad industrial… ¿Cuándo y por qué Susana Sánchez decidió estudiar ingeniería?
En realidad, no fue una decisión meditada. Durante el bachillerato, lo único que tenía claro es que me gustaban las ciencias, pero no tenía idea de a qué quería dedicarme. Cuando terminé lo que entonces se llamaba “Selectividad” que ahora es “EvAU”, después de ver todas las carreras que había, sólo ingeniería me llamaba la atención. Así que sólo fue cuestión de decidir cuál y en qué universidad y, por supuesto, que me diera la nota. Creo que lo que me llamó la atención fue la infinidad de posibilidades que una ingeniería me ofrecía. Cuando uno estudia una carrera, puede tener claro más o menos en qué va a trabajar, pero en una ingeniería no es así, existen multitud de opciones. Las empresas no contratan a los ingenieros por lo que saben cuándo salen de la carrera, sino más bien por la estructura mental que una ingeniería les aporta (por lo que son capaces de aprender a partir de ahí).
¿Y cuál ha sido el recorrido para llegar a ser una experta en ciberseguridad industrial?
Yo me gradué en ingeniería industrial, en la especialidad de automática y electrónica y, además, tuve la gran suerte de trabajar en lo que estudié desde el principio. Estuve más de 15 años en el campo de la automatización industrial, desempeñando diferentes roles: desde programando PLCs y SCADAs, pasando por largas etapas de puesta en marcha en diferentes entornos industriales (aeropuertos, plantas de cogeneración y fábricas de diferente índole), hasta llegar a gestionar grandes proyectos en este ámbito.
En una de las empresas en las que trabajé, conocí a una persona que venía del ámbito de la ciberseguridad y ambos nos sentimos atraídos por lo que hacía el otro. Además, nos dimos cuenta de que era un sector inexplorado, existía la ciberseguridad desde hacía tiempo, al igual que la automatización, pero en aquel entonces apenas había actividad en el ámbito de la ciberseguridad industrial. Así que empezamos a generar oportunidades en clientes en este sentido y a trabajar juntos en proyectos. Desde entonces, me he enfocado en este campo y desarrollado mi carrera profesional en este sentido. Creo que mi transición desde la automatización a la ciberseguridad industrial ha sido más sencilla porque conocía el entorno y sus particularidades.
La ciberseguridad es importante porque ya no podemos dar un paso atrás en el uso de las tecnologías
La ciberseguridad es un asunto que nos afecta a todos, se habla de ciberseguridad en los telediarios, leemos cosas en las redes sociales… pero ¿entendemos de verdad de qué se trata y su importancia? ¿Cómo lo explicaría usted a cualquier persona ‘de a pie’?
En nuestro día a día, el uso de las tecnologías se ha convertido en una obligación. No podemos vivir sin usar los ordenadores o dispositivos móviles, por ejemplo. Esto nos aporta ventajas, pero también inconvenientes, uno de los cuales es la falta de seguridad que hace que estemos expuestos a fraudes de todo tipo: desde engaños que nos llevan a dar información confidencial que luego puede usarse, hasta programas maliciosos que se instalan en nuestros dispositivos para recopilar información personal. Al final, lo que hay que tener en cuenta es que, a nivel particular, todo tiene un objetivo económico. Los ciberdelincuentes usan distintas técnicas para obtener información, pero el fin último siempre es el mismo: el robo de dinero.
Ahora bien, si extrapolamos esto al ámbito empresarial o gubernamental, aquí ya juegan otros factores además del puramente económico, como son los intereses políticos, la competencia desleal entre empresas o incluso la venganza. La ciberseguridad es importante porque ya no podemos dar un paso atrás en el uso de las tecnologías, es una cosa que forma parte de nuestro día a día. La tendencia es que cada vez va a más, incorporando nuevas tecnologías. Entonces, en este contexto, lo que tenemos que hacer es conseguir que el uso de esas tecnologías sea seguro y en eso consiste la ciberseguridad.
“El talento no tiene género”, es un principio que inspira varias asociaciones e instituciones… Pero ¿el ser mujer ha representado un obstáculo en su carrera? ¿Podría hablarnos de los retos más difíciles que ha tenido que superar en su camino profesional?
Yo no lo veo como un obstáculo sino más bien como reto. Yo empecé a trabajar en el 2001, en mi departamento no había mujeres que no fueran secretarias o administrativas. He tenido que escuchar cosas que nadie debería oír respecto a mis capacidades y mis posibilidades por el hecho de ser mujer. Pero, la realidad es que nada de eso se ha cumplido y hoy me siento orgullosa de lo que he conseguido.
La desigualdad salarial entre hombres y mujeres que ocupan el mismo puesto no es sólo un problema en los puestos directivos, pero también he de aclarar que, en estos últimos años, creo que las cosas están cambiando para bien, y mucho. El establecimiento de categorías profesionales que conllevan un rango salarial está ayudando mucho.
Otro reto importante al que me he enfrentado ha sido el de tener hijos sin que ello afecte a mi carrera profesional. En 2016 decidí que iba a cogerme una jornada reducida para cuidado de mi hijo y tuve que oír como me decían que “me estaba cargando mi carrera profesional”. No sólo no ha sido así, sino que hoy ocupo un puesto de mucha más responsabilidad que en aquel entonces.
Hay que empezar desde los colegios a concienciar a todos los niños (sea cual sea su género), en que no hay carreras para hombres y otras para mujeres.
Mirando a su sector, ¿a qué punto estamos en cuanto a paridad de género?
Desgraciadamente en este sentido estamos muy lejos de la paridad. Pero no se trata de un problema de las empresas en términos generales. Si ya existe un déficit de personas formadas en ciberseguridad para las necesidades que tiene el sector en este momento, si hablamos de ciberseguridad industrial el déficit es aún mayor. Pero principalmente el problema es que la ratio de mujeres que deciden estudiar este tipo de carreras sigue siendo muy bajo. Apenas llegan currículums a las empresas de mujeres para este tipo de perfil.
Creo que en España tenemos una cuenta pendiente con la educación muy importante. Hay que empezar desde los colegios a concienciar a todos los niños (sea cual sea su género), en que no hay carreras para hombres y para mujeres. La única barrera es la que nosotros mismos nos ponemos. Si no conseguimos educar a nuestros hijos en la igualdad desde pequeños, no creo que seamos capaces de llegar nunca a la paridad de género.
¿Qué importancia tiene la conciliación y cómo la vive usted?
La conciliación es fundamental y gracias a ello, he podido compaginar mi vida personal y profesional. A raíz de la pandemia y la llegada del teletrabajo varios días a la semana me ha permitido dejar la jornada reducida para incorporarme a jornada completa, ya que tanto mi marido como yo tenemos el mismo formato y hemos conseguido compatibilizar los días de teletrabajo para no depender de nadie respecto al cuidado de nuestros hijos.
Otros dos factores clave en mi caso han sido el cambio de formato más orientado a consecución de objetivos en lugar de estar sujeto a un horario rígido, y la corresponsabilidad en la pareja para poder equilibrar responsabilidades y esfuerzos.
…si te encuentras en una empresa en la que alguien te dice que tienes que elegir entre familia y carrera profesional es que no estás en el sitio correcto
¿Es posible compaginar carrera profesional y familia sin tener que elegir entre una y otra?
Yo siempre he dicho que si te encuentras en una empresa en la que alguien te dice que tienes que elegir entre familia y carrera profesional es que no estás en el sitio correcto. Éste es un tipo de pensamiento muy arcaico que no cuadra con la sociedad actual. Nadie tiene por qué elegir entre una cosa y la otra, y mi caso es un claro ejemplo de ello.
Desde mi punto de vista, no sólo es posible compaginar ambas facetas, sino que es beneficioso, ya que son parcelas de tu vida muy diferentes y ambas aportan mucho a tu crecimiento y a tu bienestar. Esto debería ser siempre una elección de cada persona, pero nunca una obligación impuesta por nadie.
¿Y cuando surge una dificultad particular, de dónde hay que sacar la fuerza para superarla?
Bueno, la vida siempre te trae sus sorpresas y no siempre son buenas. Pero lo que es cierto es que de todo se aprende y es muy importante la actitud con la que decides afrontar las dificultades con las que te encuentras en la vida.
Hace menos de un año, me detectaron un cáncer de mama y aunque fue un revés muy duro, he de decir que pasar por este proceso me ha ayudado tanto a nivel personal como profesional. He aprendido a priorizar y dar la importancia que cada cosa tiene. Muchas veces, hacemos una montaña de un grano de arena, y es cuando viene un problema como éste cuando te das cuenta de que solo hay unos pocos problemas y lo demás son cosas que solventar. Aunque nadie quiere tener que pasar por esto, es una lección de vida y si tuviera que darle algún consejo a alguien, le diría que, durante el proceso, desde que te detectan el tumor hasta que te operan y el tratamiento posterior, sólo hay una cosa que vas a poder controlar, y es la forma en la que quieres afrontarlo, es lo único que va a depender de ti.
Anna Conte
Susana Sánchez es licenciada en Ingeniería Electrónica y Automatización por la Universidad Carlos III de Madrid. Con más de 20 años de experiencia profesional, antes de su incorporación a BeDisruptive como Global Industrial Cybersecurity Head, Susana estuvo comprometida con la ciberseguridad durante más de cinco años en Accenture, ocupando distintos puestos, el último de ellos como OT Security Lead para Iberia. Anteriormente desarrolló su carrera en el Grupo CMC, al que se incorporó tras su paso por Sampol, Page Control Industrial y ELIMCO, empresas en las que desempeñó distintas responsabilidades, todas ellas relacionadas con la esfera de la ingeniería y la automatización en entornos industriales y de manufactura.