El español Christian Jongeneel, uno de los mejores nadadores del mundo de aguas abiertas, realizó ayer una travesía de 40 kilómetros desde el viejo puerto de Dharamtar hacia la ciudad de Mumbai en 6 horas 45 minutos, dos horas menos del tiempo que suele emplearse para completar la prueba. Pero su objetivo no era conseguir un nuevo record, sino un fin solidario: recaudar fondos para construir una escuela en Kasapuram, una aldea de Anantapur.
El reto ha sido uno de los más complicados a los que se ha enfrentado el nadador. “Es una de las travesías más difíciles del mundo, muy similar al Canal de la Mancha”, ha explicado Jongeneel, todavía recuperándose tras el esfuerzo y el desgaste que le ha causado molestias en los hombros y en la boca por el agua salada. Además, ha completado la travesía con fiebre y sinusitis a causa de un catarro. “El principio fue lo más duro, teníamos que empezar a las tres de la mañana para no tener problemas con las mareas. Además, nadar de noche es otro riesgo añadido porque me desorientaba y no veía bien por dónde iba el barco que me acompañaba”, ha relatado el español, acostumbrado a nadar en aguas frías. A sus 36 años, ya ha completado seis grandes travesías internacionales, entre ellas, el Canal de la Mancha, referencia mundial en esta modalidad, y el doble cruce del Estrecho de Gibraltar, reto en el que se erigió como el nadador más rápido del mundo.
Es la segunda vez que nada para colaborar con el programa de desarrollo de la Fundación Vicente Ferrer (FVF) en la India. “La primera vez fue en el Estrecho de Cook en Nueva Zelanda, y con el dinero que recaudamos se construyeron cuatro casas para personas con discapacidad”, ha detallado. Ahora, a través de una plataforma de financiación colectiva (crowdfunding), Jongeneel y la asociación a la que representa, Brazadas Solidarias, pretenden recaudar 10.000 euros, la cantidad necesaria para construir una escuela de refuerzo en Kasapuram, donde la FVF trabaja desde hace 14 años.
Mejorar el mundo a través del deporte
“Llevo toda la vida compitiendo, pero quería intentar conseguir algo más que el reto deportivo. Cooperar a través del deporte es una de mis mayores ilusiones”, ha afirmado orgulloso Jongeneel. De momento, ya han conseguido recaudar 1.800 euros pero siguen buscando el apoyo de más personas para alcanzar el reto. “El crowdfunding es una nueva vía de financiación muy cómoda, porque la gente puede aportar su granito de arena a través de Internet y sabes que el dinero recaudado se destina íntegramente al proyecto”, ha explicado el nadador.
La nueva escuela complementaria que se construya con esta campaña se sumará a los más de 2.100 centros que la FVF ha puesto en marcha en el sur de Andhra Pradesh. En estas instalaciones los niños y niñas de las comunidades más desfavorecidas repasan las asignaturas más difíciles antes y después de acudir a la escuela del Gobierno, una herramienta básica para garantizar que los niños con menos recursos acuden a la escuela y aprenden la lección.
(fuente y foto: http://www.fundacionvicenteferrer.org/es/)