Daniela De Rossi es una niña de 13 años que vive en Roma, y junto a otras dos chicas de la misma edad, una británica y otra estadounidense, son las participantes más jóvenes de la 21ª edición del World Transplant Games, las olimpiadas mundiales de Trasplantes, un evento que desde el 25 de junio hasta el 2 de julio ha regalado a la ciudad de Málaga maravillosas historias de carreras y retos. Retos ganados a priori de quienes en la vida habían perdido un corazón, un riñón o un hígado y después, por una donación, lo habían vuelto a recuperar.
Daniela es víctima de una enfermedad rara autoinmune que le detectaron en el año 2012 tras unos exámenes médicos que habrían tenido que dar el visto bueno para poder competir en una actividad deportiva. Sin embargo, lo que produjeron los resultados fue una parada en su vida, y no sólo en el ámbito deportivo.
La enfermedad estaba ya en un estado avanzado y la única esperanza era un trasplante que, sin embargo, en esos momentos no era posible afrontar: corazón, hígado y casi todos los órganos vitales estaban en una situación de riesgo debido a la insuficiencia renal. Daniela debe someterse durante dos años a una diálisis peritoneal: 12 horas al día, los 365 días al año. Los médicos consiguen así estabilizarla para poder iniciar un trasplante de riñón.
Después de varios análisis, los padres de Daniela son ambos idóneos para donar el órgano y escogen a la madre. En febrero del año pasado se realiza el trasplante y para Daniela inicia una nueva existencia gracias a su madre.
En Málaga, la joven nadadora italiana ha participado en sus primeros Juegos Olímpicos para trasplantados y ha conseguido cuatro medallas: dos de oro, una de plata y una de bronce.
“No consigo expresar del todo mi felicidad -dijo en una entrevista-. En septiembre voy a llevar estas medallas a la escuela ya que, de alguna manera, pertenecen también a mis compañeros de clase y a mis maestros, que siempre han estado muy cerca de mí en los años de enfermedad y de diálisis”.
Dentro de dos años, los juegos se celebrarán en Newcastle, Inglaterra, del 17 al 24 de agosto. Daniela ya está pensando en acudir: “La natación me ha dado mucha fuerza para hacer frente a la enfermedad y volver a vivir como antes”.
La historia de Daniela es sólo una de las tantas historias de esos protagonistas que han participado en ese evento extraordinario, pero que no ha tenido repercusión en los medios de comunicación, ni generalistas ni deportivos. Ni siquiera en España donde se ha celebrado, ni siquiera en Andalucía. Una lástima.
Menos mal que estos Juegos tenían una página web, donde se puede seguir el desarrollo de las competiciones. Vale la pena visitar esta web, aunque sólo sea para observar las imágenes de las competiciones. Os puedo asegurar que enriquecen y se aprende que podemos ser mejores, incluso con todos nuestros órganos sanos. Y quizás concienciarnos que, tal vez, un día podemos ser hasta donantes si la vida por alguna razón nos lo demanda.
Ah, se me olvidaba, “Pájaros Libres” es el título del himno compuesto para esta 21 edición española de los World Transplant Games.