Mi artículo en Agenda de la Empresa, edición especial 25 Aniversario, mayo 2021
Conocí a Manuel Bellido a finales de los años 70 en Italia cuando tuvimos la oportunidad de colaborar creando y organizando eventos juveniles; teníamos en común un valor fundamental: la fraternidad universal, más allá de cualquier barrera de raza, condición social, religión y cultura y el compromiso de vivirla y difundirla. No era difícil entenderse con Manuel, sabía escuchar y me trataba con sincero respeto. La pasión por la comunicación y el periodismo era otro punto en común y un día empezamos a pensar en un periódico juvenil que mensualmente uniera chicas y chicos de nuestra generación… un intenso intercambio de ideas estaba dando forma a un proyecto apasionante que Manuel iba diseñando en un bloc de notas con su inseparable lápiz. El periódico pero no vio nunca la luz, fundamentalmente por motivos económicos, y sucesivamente las circunstancias de la vida hicieron que Manuel y yo nos perdiéramos de vista.
Fue entonces una sorpresa absoluta para mí, muchos años después, en un luminoso día de verano, ver aparecer en la pantalla de mi ordenador una ventanita con un saludo suyo. ¡Prodigio de las redes sociales! El año siguiente aterrizaba en Sevilla y empezaba mi “aventura” en el Grupo Informaria. Manuel me había propuesto de involucrarme en la empresa encargándome dos felices cuanto difíciles tareas: asumir la dirección de publicaciones coordinando las redacciones y consolidando la línea editorial del Grupo, y asumir la dirección de Mujeremprendedora. “Tómatelo con tiempo, tienes que aprender el idioma… sobre todo entrar dentro de nuestra cultura, entender nuestro entorno…”, me dijo. Sabía que era solo un “caramelo” para no asustarme; de hecho, a cabo de unos pocos meses, me dio un empujón para tirarme a la piscina y sin ningún tipo de flotador. ¡No, Manuel no había cambiado! Recordaba perfectamente que, en el trabajo, las cosas las quiere siempre para… ¡anteayer! No para agobiar a nadie, sino porque una idea, una intuición, un deber que cumplir no puede esperar. Es uno de los “secretos” del éxito de Informaria, estoy convencida: tener un director ‘naturalmente inquieto’, que siempre está dándole vuelta a la cabeza para lanzar algún proyecto nuevo.
La innovación, las nuevas tecnologías, la pasión por iniciativas de respiro universal como la Agenda 2030 han marcado la línea editorial de Agenda de la Empresa. Cuando nadie o casi hablaba de los ODS, Manuel nos los propuso en una reunión de redacción, como tema de portada: fue como entrar en un mundo desconocido, atractivo y con perspectiva de futuro. Un proyecto, fundado en valores compartidos, que involucraba a las empresas y a la sociedad en su conjunto, lo público y lo privado. Un plus de motivación a nuestro trabajo periodístico.
En estos años he podido comprobar el respeto que demuestran a Manuel los empresarios, así como los representantes de los sindicatos y de la administración pública, de cualquier color político, como si en nuestros medios cada uno se encontrara “a gusto”.
Fundar Mujeremprendedora en enero del 2000 fue otro genial acierto de Manuel Bellido y creo que hoy se vea paulatinamente en todas nuestras publicaciones la atención a dar voz indistintamente a mujeres y hombres según las competencias en las temáticas que tratamos, haciendo visible una paridad real.
Esta edición especial os ha contado la historia de un sueño hecho realidad, un relato en primera persona y no podía ser de otra manera: ¿Quién puede hablar de un hijo mejor que un padre, una madre? Pero, como hacen los padres, hay detalles que Manuel conservará para siempre en su corazón: in primis, todas las veces que para salvar este sueño -y concretamente la empresa y los puestos de trabajo que ha generado- se ha dejado la piel, saliendo “milagrosamente” de las crisis económicas que nos han golpeado en estos años, última la pandemia que todavía no hemos superado.
Con la elegancia que le caracteriza, Manuel Bellido nos ha pintado el cuadro de estos 25 años, con todos los “colores” que distinguen su espíritu y su inteligencia y que han impregnado todo lo que ha nacido bajo el nombre Grupo Informaria.
Nada más legítimo y verdadero que presentarla como “Esta historia que es la mía”.
