Ella también iba a bordo del barco que se hundió en la madrugada del domingo 26 de febrero cerca de Crotone, en la región italiana de Calabria. Más de 70 víctimas. Su marido y sus tres hijos viajaban con ella, todos murieron y la niña de 7 años sigue desaparecida. Torpekai tenía 42 años y se había licenciado en periodismo en Kabul. El periodismo era su pasión; después de trabajar en la radio nacional afgana, había comenzado a colaborar con la ONU durante años en el proyecto «Unama News». Comprometida con promover la emancipación de la mujer, en el momento de la caída de los talibanes en 2002, esperaba que «el periodismo fuera una nueva frontera para las mujeres del país» e instó a sus compañeras a trabajar sin el burka, una costumbre que aún estaba arraigada. en la mentalidad de muchos. Recientemente estuvo haciendo sesiones de fotos sobre la condición de la mujer en Afganistán.
Pero en su país se había vuelto cada vez más difícil poder continuar con su profesión periodística; tras el regreso de los talibanes al poder en agosto de 2021, las mujeres no pueden trabajar salvo contadas excepciones, no pueden salir de casa sin velo o incluso ir al patio de recreo con sus hijos, ni siquiera con burka. Por sus compromisos y creencias, Torpekai tuvo que huir.
“Le encantaba hacer entrevistas, contar sobre las mujeres. Pero con los talibanes llamando a la puerta todas las noches, eso se había vuelto imposible. Así que decidió irse; en el verano de 2021 salió de Afganistán y caminó hasta Irán; de aquí se fue luego a Estambul donde alquiló una casa a la espera de poder partir hacia Italia a bordo de un barco”, cuenta su hermana que vive en Holanda. El miércoles 22 de febrero la cita cerca de Izmir con los traficantes que la acompañarían hasta el barco; 10.000 dólares por Torpekai y 8.000 por cada niño el pago. Por la noche la salida. El último mensaje de Torpekai a su hermana es del miércoles 22 de febrero, a las 20.43 h. Después de cuatro días en el mar, en la bodega del barco ‘Summer Love’, siempre bajo la cubierta, la llegada frente a las costas de Calabria. Poco después de las 4 de la mañana el naufragio apagó los sueños de Torpekai Amarkehl.
