A principios de julio, los talibanes anunciaron una nueva medida destinada a alejar cada vez más a las mujeres de la vida pública: el cierre de todos los salones de belleza en el plazo de un mes.
La cámara de comercio de Kabul estima que unas 12.000 empresas en todo el país tendrán que cerrar y que más de 50.000 mujeres afganas perderán su trabajo.
Los salones de belleza han proliferado en Kabul y otras importantes ciudades afganas durante los últimos 20 años. Se consideraban lugares seguros, donde las mujeres se reunían en ausencia de los hombres, y también habían permitido a muchas iniciar sus propios negocios.
Ayer, 19 de julio, una cincuentena de mujeres protestaron contra esta última imposición; una manifestación pacífica, pero la policía respondió con violencia para dispersar a las mujeres presentes.
Desde su regreso al poder en agosto de 2021, los talibanes han excluido a las mujeres afganas de la mayoría de las escuelas secundarias, universidades y administraciones públicas. También les prohibieron trabajar con las Naciones Unidas y las ONG internacionales.
