Mujeres en la Historia

Marisa Bellisario

[1935 – 1988] – «Estoy sola y parto desde cero: es mi vocación», escribe Marisa emprendiendo uno de sus innumerables desafíos empresariales; como para decir que todas las mujeres, si están decididas y le echan valor, están en grado de perseguir sus ilusiones, y alcanzar cualquier meta, en la vida y en los negocios.

Marisa Bellisario, italiana, nacida en Turín en 1935, llega en 1959, recién licenciada en Economía y Comercio, a la división de electrónica de Olivetti[1]; le proponen un trabajo en Milán, en el mundo de la informática, un universo -en esos años en Italia- inexplorado, para temerarios. Como Marisa, que de hecho acepta. En 1964, sin embargo, debido a la crisis económica, la división de electrónica se vendió a la General Electric[2] y comienzan los intercambios internacionales.

Su capacidad, competencia y decisión son apreciadas también en Nueva York, donde se afirma como protagonista en Honeywell. En 1979, fue nombrada presidente de la Olivetti Corporation of America, cargo que mantiene hasta 1981, año que regresa a Italia, nombrada consejera delegada de Italtel[3], una empresa pública que atraviesa en esos momentos una fase aguda de la regresión: 30.000 empleados, un grupo de 30 empresas electromecánicas, anticuada y con graves pérdidas…

Marisa tiene que tomar decisiones valientes y con visión de futuro; su plan de reestructuración suscita el escepticismo de los sindicatos que le van en contra, mientras que la prensa insiste en que se ha escogido una mujer para ese cargo solo con la intención de endulzar el cierre de Italtel. ¿Y Marisa que hace? Sigue adelante y en tres años consigue un superávit presupuestario, facturando, en euros, 670 millones. Un ejemplo de una reestructuración de empresa pública que termina en los manuales de economía, concediéndole en 1986 el premio de Empresario del Año.

En Italia, Marisa es la primera mujer en sacar adelante una carrera en el mundo de las telecomunicaciones y la informática y la primera en ver este sector como «el futuro de las naciones»; no solo: invita a las mujeres a estudiar, investigar, innovar, ya que «la tecnología es el mejor aliado que la mujer pueda haber tenido nunca».  La suya es también la primera carrera de proyección internacional: no por nada, Marisa escribió que había «descubierto veinte años antes que economistas y expertos que una empresa tiene que ser internacional».

Está segura y orgullosa de su feminidad y añade un color nuevo a la proverbial imagen en gris de los administradores delegados; elegante, con estilo, sabe conjugar estilo empresarial y sensibilidad. La aprecian y la estiman, no solo los altos ejecutivos de otras grandes empresas, sino también políticos, sindicalistas, trabajadores y empleados. En su modelo de vida y de trabajo no hay lugar para las diferencias de sexo, sino de valores y, de esta manera, logra sublimar la idea de igualdad.

En agosto de 1988 una enfermedad incurable se la lleva, cuando tenía apenas 53 años. En su libro autobiográfico, Marisa se lamentaba de no haber hecho más por las mujeres.

Quién sabe, quizás en esto se equivocaba… Dedicada a ella ha nacido una fundación que otorga reconocimientos anualmente a una lista de mujeres que se han distinguido en su profesión, en la empresa, en la ciencia, en la economía y lo social a nivel nacional e internacional. Para todas ellas, la historia de Marisa ha abierto un camino.

Anna Conte

[1] Olivetti fue fundada en 1908 en Ivrea, cerca de Turín, por Camillo Olivetti, como fábrica de máquinas de escribir.

[2] General Electric Company, también conocida como GE, es una corporación conglomerada multinacional de infraestructura, servicios financieros y medios de comunicación altamente diversificada con origen estadounidense.

[3] Italtel Ltd. es una empresa italiana de equipos de telecomunicaciones y TIC fundada en 1921, originalmente como una sucursal de Siemens AG.

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